Lo que hay que ver en Quiberon
Descubra la estación balnearia de Quiberon. En la agenda: relajación, naturaleza salvaje, playas de arena fina y patrimonio.
Quiberon y los placeres de la playa
En el lado este, Quiberon cuenta con magníficas playas protegidas del viento, verdaderos rincones del paraíso bretón.
La península de Quiberon es también un magnífico lugar para practicar deportes náuticos :surf, vela, kite-surf, sand yachting... ¡usted elige la actividad acuática que mejor se adapte a sus necesidades!
Puerto Haliguen
Antiguamente un pequeño embarcadero donde se desarrollaban las actividades comerciales y pesqueras, Port Haliguen es ahora un puerto deportivo con 1.200 amarres dedicados a la navegación a vela, la pesca y los barcos de pasajeros.
Idealmente situado a la entrada de la bahía de Quiberon y a un paso de las islas, el puerto ha conservado todo su encanto. Su emblemático faro, construido en 1856, y la casa del farero, que hoy alberga exposiciones de arte, le encantarán.
A pie: el centro de Quiberon y todas sus tiendas están a diez minutos a pie.
La punta del Conguel
En el extremo sur de la península, la pequeña y hermosa punta de Le Conguel (1 km de largo por 200 metros de ancho). Una sensación de llegar al "fin del mundo" invade mientras se toma el camino que lo rodea. Allí hay un mapa de orientación y unas grandes losas de piedra, restos de los hornos donde se quemaban las algas para las fábricas de carbonato sódico.
En frente, el faro de Teignouse marca la separación entre la bahía de Quiberon y el océano. Aquí se puede disfrutar de una amplia vista de las islas de la costa. Para los madrugadores, un lugar idílico para un saludo al sol.
Este punto está protegido por el Conservatorio del litoral. Sólo se puede acceder a pie. No se admiten perros ni bicicletas.
Quiberon, estación balnearia y centro de talasoterapia
En el extremo sur de la península, Quiberon, un balneario de prestigio, goza de una ubicación excepcional frente al océano Atlántico.
Disfrute de la Grand Plage (Gran Playa), y disfrute de un helado con los pies en la arena, para después terminar el día con unas compras en alguna de las tiendas de Quiberon.
Y para un momento de pura relajación, regálese un tratamiento o una estancia en el Centro de talasoterapia Sofitel Thalassa.
Un patrimonio a descubrir
Quiberon también contiene tesoros megalíticos, como el menhir de Goalennec con vistas a la costa salvaje y hermosos pueblos pintorescos como Kermorvan o Saint-Julien. Los senderos de senderismo le invitan a descubrirlos a pie.
Descubra también el Château Turpault, de propiedad privada, situado en la punta Beg er Lann o Lande. El castillo marca la entrada a la costa salvaje. Esta casa señorial de estilo anglomedieval fue construida en 1904 por el hilandero de Cholet Georges Turpault, quien la bautizó con el nombre de Château de la Mer (Castillo del Mar). Los habitantes de Quiberon le dieron el nombre de Château Turpault. Al tratarse de una propiedad privada, este castillo no puede ser visitado.
El Tire-Bouchon: ¡un tren de verano con los pies en el agua!
Para ir y venir de la península de Quiberon, tome el « Tire-Bouchon », un tren de verano que une Auray con Quiberon. Aproveche para pasar un día en una de las playas de arena fina de la península.